La era de la Informática:
Autor: Manuel Castell
El yo la sociedad informacional:
Las nuevas tecnologías de la información están integrando al mundo en redes globales de instrumentalizad. Los primeros pasos históricos de las sociedades informacionales parecen caracterizarse por la preeminencia de la identidad como principio organizativo. Pero las relaciones sociales se definen frente a los otros en virtud de aquellos atributos culturales que especifican la identidad.
En un mundo caracterizado por la globalización y fragmentación simultáneas, consiste en como combinar las nuevas tecnologías y la memoria colectiva, la ciencia universal y las culturas comunitarias, la pasión y la razón. Como, en efecto, la distancia creciente entre globalización e identidad, entre la red y el yo.
“Yo soy la cabeza programada, este sentimiento de soledad absoluta es nuevo, el yo parece irrecuperablemente perdido para si mismo”.
Por un lado implica una crisis del yo limitada a la concepción individual occidental, la búsqueda de una nueva identidad y una nueva espiritualidad también está en marcha en el Oriente.
Por otro lado también deben hallarse los elementos en el marco interpretativo más amplio que explique el poder ascendente de la identidad en relación con los macro procesos de cambio institucional, ligados en medida con el surgimiento de un nuevo sistema global.
Resulta significativo que el fundamentalismo, ya sea islámico o cristiano, se haya extendido, por todo el mundo en l momento histórico en que las redes globales de riqueza y poder enlazan puntos nodales e individuales valiosos por todo el planeta, mientras que desconectan y excluyen grandes segmentos de la sociedad y regiones, e incluso países enteros. Parece existir una lógica de excluir a los exclusotes, de redefinir los criterios de calores y significado en el mundo donde disminuyen el espacio para los analfabetos informáticos, para los grupos que no consten y para los territorios infra comunicados. Cuando la Red desconecta al Yo, el Yo, individual o colectivo, construye su significado sin la referencia instrumental global: el proceso de desconexión se vuelve reciproco, tras la negación por parte de los excluidos de la lógica unilateral del dominio estructural y la exclusión social.
El Paradigma de la Tecnología de la Información:
Por otro lado también deben hallarse los elementos en el marco interpretativo más amplio que explique el poder ascendente de la identidad en relación con los macro procesos de cambio institucional, ligados en medida con el surgimiento de un nuevo sistema global.
Resulta significativo que el fundamentalismo, ya sea islámico o cristiano, se haya extendido, por todo el mundo en l momento histórico en que las redes globales de riqueza y poder enlazan puntos nodales e individuales valiosos por todo el planeta, mientras que desconectan y excluyen grandes segmentos de la sociedad y regiones, e incluso países enteros. Parece existir una lógica de excluir a los exclusotes, de redefinir los criterios de calores y significado en el mundo donde disminuyen el espacio para los analfabetos informáticos, para los grupos que no consten y para los territorios infra comunicados. Cuando la Red desconecta al Yo, el Yo, individual o colectivo, construye su significado sin la referencia instrumental global: el proceso de desconexión se vuelve reciproco, tras la negación por parte de los excluidos de la lógica unilateral del dominio estructural y la exclusión social.
El Paradigma de la Tecnología de la Información:
Un paradigma tecno-económico es un grupo de innovaciones técnicas, organizativas y gerenciales interrelacionadas, cuyas ventajas no sólo en una nueva gama de productos y sistemas, sino en su mayoría en la dinámica de la estructura del coste relativo de todos lo posibles insumos para la producción.
La noción de paradigma tecnológico, adaptando el análisis clásico de las revoluciones científicas de Kuhn, ayuda a organizar la esencia de la transformación tecnológica actual en su interacción con la economía y la sociedad.
La primera característica del nuevo paradigma es que la información es su materia prima: son tecnologías para actuar sobre la información, no solo información para actuar sobre la tecnología, como era el caso en las revoluciones tecnológicas previas.
El segundo rasgo hace referencia a la capacidad de penetración de los efectos de las nuevas tecnologías. Todos lo procesos de nuestra existencia individual y colectiva están directamente modelados por el nuevo medio tecnológico.
La tercera característica alude ala lógica de interconexión. La morfología de red parece estar bien adaptada para una complejidad de interacción creciente y para pautas de desarrollo impredecible que surgen del poder creativo de esa interacción.
En cuarto lugar se basa en la flexibilidad. No solo los procesos son reversibles, sino que pueden modificarse las organizaciones y las instituciones e incluso alterarse de forma fundamental mediante la reordenación de sus componentes. Lo que es distintivo es su capacidad para reconfigurarse, un rasgo decisivo en una sociedad caracterizada por el cambio constante y la fluidez organizativa. La flexibilidad puede ser una fuerza liberadora, pero también una tenencia represiva si quienes reescriben las leyes son siempre los mismos poderes. Es esencial mantener una distancia entre afirmar el surgimiento de nuevas formas y procesos sociales, inducidos y permitidos de tales desarrollos para la sociedad y la gente.
Una quinta característica, es la convergencia creciente de tecnología específica en un sistema altamente integrado. Así, la microelectrónica, las telecomunicaciones, las la optoelectrónica y los ordenadores están integrados en un sistema informático. Las telecomunicaciones son ahora sólo una forma de procesar la información, las tecnologías de transmisión y enlace están al mismo tiempo cada vez más diversificadas e integradas en la misma red, operada por los ordenadores.
¿A qué hace referencia Castell cuando habla del “yo en la sociedad informacional”?.
La noción de paradigma tecnológico, adaptando el análisis clásico de las revoluciones científicas de Kuhn, ayuda a organizar la esencia de la transformación tecnológica actual en su interacción con la economía y la sociedad.
La primera característica del nuevo paradigma es que la información es su materia prima: son tecnologías para actuar sobre la información, no solo información para actuar sobre la tecnología, como era el caso en las revoluciones tecnológicas previas.
El segundo rasgo hace referencia a la capacidad de penetración de los efectos de las nuevas tecnologías. Todos lo procesos de nuestra existencia individual y colectiva están directamente modelados por el nuevo medio tecnológico.
La tercera característica alude ala lógica de interconexión. La morfología de red parece estar bien adaptada para una complejidad de interacción creciente y para pautas de desarrollo impredecible que surgen del poder creativo de esa interacción.
En cuarto lugar se basa en la flexibilidad. No solo los procesos son reversibles, sino que pueden modificarse las organizaciones y las instituciones e incluso alterarse de forma fundamental mediante la reordenación de sus componentes. Lo que es distintivo es su capacidad para reconfigurarse, un rasgo decisivo en una sociedad caracterizada por el cambio constante y la fluidez organizativa. La flexibilidad puede ser una fuerza liberadora, pero también una tenencia represiva si quienes reescriben las leyes son siempre los mismos poderes. Es esencial mantener una distancia entre afirmar el surgimiento de nuevas formas y procesos sociales, inducidos y permitidos de tales desarrollos para la sociedad y la gente.
Una quinta característica, es la convergencia creciente de tecnología específica en un sistema altamente integrado. Así, la microelectrónica, las telecomunicaciones, las la optoelectrónica y los ordenadores están integrados en un sistema informático. Las telecomunicaciones son ahora sólo una forma de procesar la información, las tecnologías de transmisión y enlace están al mismo tiempo cada vez más diversificadas e integradas en la misma red, operada por los ordenadores.
¿A qué hace referencia Castell cuando habla del “yo en la sociedad informacional”?.
